Antes de la llegada de los romanos, los pueblos que habitaban en la península ibérica (celtas, iberos, fenicios, vascones ...) hablaban distintas lenguas a las que se denomina lenguas prerromanas. Pero la invasión romana supuso la aceptación de las costumbres y la cultura romana, incluida su lengua: el latín.
El latín se impuso a las lenguas prerromanas por su gran prestigio. Pero la romanización de la península ibérica no fue uniforme y la implantación del latín no tuvo la misma intensidad en todas las zonas; pronto surgieron diferencias que dieron lugar a los dialectos.
La llegada de los pueblos germánicos, y posteriormente de los árabes, agudizó las divergencias entre estos dialectos. Los árabes invadieron la península ibérica en el año 711 y permanecieron aquí durante ocho siglos. Fue la época de Al-andalus.